10,9 km
Presentación breve
En las lomas que rodean las vegas de los ríos Ucero, Abión y Sequillo encontramos unos extensos bosques mixtos de sabina y quejigo, moldeados por siglos de pastoreo, donde abundan las vaguadas y pastizales húmedos que se abren como grandes claros entre el bosque. Aquí, junto a un monte bajo de jaras y hierbas aromáticas, se dan ejemplares de sabina de gran porte y se generan diversos hábitats propicios para aves, mariposas y flores silvestres. También prosperan numerosas especies de setas.
El sendero de la Cerrada de Rioseco nos brinda una ruta bonita y variada para adentrarnos en este paisaje tan característico y descubrir rincones sorprendentes y de gran belleza, como el campo de golf rústico de La Cerrada.
Señalización
Este sendero fue homologado como PRC-SO 78 y señalizado con las características marcas blancas y amarillas. La homologación oficial ha caducado, pero la señalización sigue estando bastante bien. La primera parte de la ruta es un poco compleja, al irnos guiando por la maraña de caminos para llevarnos a los lugares más representativos, pero si prestamos atención a las indicaciones no hay riesgo de perderse.
El sendero lo vamos a recorrer en sentido antihorario.
Salimos de Rioseco por la Calle de las Eras, pasando la báscula y el pilón, cruzamos la nueva carretera de circunvalación, y nos encaminamos al campo por el Camino de Hoyo Redondo, una ancha pista de tierra. Pasadas un par de curvas y una pequeña balsa de agua a nuestra derecha, nos desviamos por un camino de tierra a mano izquierda.
Con buenas vistas hacia la Sierra de Urbión, directamente al norte, avanzamos unos 400 metros antes de coger nuevamente un desvío a la izquierda, y casi en seguida volvemos a torcer a la izquierda, esta vez para tomar una senda estrecha que atraviesa el matorral. Hay que estar atentos para no perder este desvío, la indicación no está muy visible. Nosotros la perdimos y tuvimos que volver atrás.
Este tramo del sendero es realmente una gozada. Por esta senda vamos atravesando por mitad del monte bajo tan típico de esta zona, rodeados de sabinas, quejigos y algún que otro pino, entre jaras, enebros y multitud de plantas aromáticas, y en algunos momentos con hierba seca hasta casi la cintura.
Bajamos una ligera cuesta y cruzamos un arroyo por un pequeño pontón de hormigón. La dehesa que nos rodea ahora tiene una vegetación menos densa, con grandes áreas abiertas de césped.
Continuamos siguiendo las marcas blancas y amarillas, prestando mucha atención en todas las bifurcaciones para no equivocarnos, y en seguida llegamos a los Corrales de Majajiva, un conjunto de edificaciones ganaderas tradicionales, construidas en madera y adobe, ahora abandonadas y en un avanzado estado de deterioro.
Junto a los corrales vemos el primero de una serie de carteles con información sobre las variedades de setas silvestres que podemos encontrar en esta zona. Siguiendo las indicaciones del cartel metálico, torcemos a la derecha en dirección al Corral de las Charcas.
Avanzando por este camino de tierra encontramos una zona abierta con un montón de piedras planas colocadas en el suelo. Como nos informa el cartel interpretativo, se trata de un salegar, donde antaño daban sal a las ovejas.
En el próximo desvío a la izquierda giramos para llegar en seguida al Corral de las Charcas, y justo después girar nuevamente a la izquierda siguiendo las indicaciones del Sabinar de la Cerrada.
Debemos torcer una vez más a la izquierda para encaminarnos hacia La Cerrada, pero el poste que marca esta senda lo hemos encontrado tumbado en el suelo, y por lo tanto hay que estar muy atentos. No obstante, este camino no tiene pérdida porque está justo antes del pinar, es decir, torcemos a la izquierda y bajamos este camino con el pinar a nuestra derecha.
El camino baja por una vaguada sinuosa con una vegetación espesa en cada lado, y nuevamente hierba larga hasta la cintura, cuando de repente delante de nosotros aparecen las verdes praderas del campo de golf rústico.
Nuestro sendero recorre el Barranco de la Fuente del Vino en toda su extensión. Los 9 hoyos del campo de golf se han instalado a lo largo de esta vaguada y otras dos adyacentes. Esta zona de ocio aprovecha las condiciones naturales del lugar con un mínimo de mantenimiento y sin aporte externo de agua.
El camino señalizado nos lleva por el margen izquierdo del campo, siguiendo las marcas blancas y amarillas en los árboles. En la parte central, junto al parking, hay mesas y bancos donde podemos tomar el bocadillo.
Al final del barranco llegamos a la carretera de Rioseco a Boós, donde nuestro camino tuerce a la izquierda ya con rumbo a Rioseco. El sendero nos lleva en paralelo con la carretera durante unos 800 metros, hasta el punto donde debemos cruzar para buscar la otra orilla de esta vega del río Sequillo.
Con un penúltimo giro a la izquierda tomamos una preciosa senda entre quejigos y sabinas, disfrutando de la cálida luz de la tarde sobre los campos de tierra roja recién arados.
Finalmente llegamos al asfalto de la carretera de Rioseco a Torreandaluz, último giro a la izquierda, y recta final. En el antiguo molino están de obras, para instalar un centro de interpretación de la villa romana cuyos restos yacen justo a nuestra mano izquierda. Volveremos cuando lo inauguren. O antes, incluso.
Tipo de ruta: Circular
Distancia: 10,9 km
Desnivel: 77 m
Dificultad: Fácil
Punto de inicio/final:
Pueblo de Rioseco de Soria
Dónde aparcar:
En la calle junto al Restaurante Quintanares (abrir mapa de google)
Restaurante Quintanares
www.quintanares.es
Tfno. 975 36 59 36
Ideal para amantes de la naturaleza.
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La Casa de Adobe
Valdemaluque, Soria
www.lacasadeadobe.es
Esperamos que nuestras indicaciones te sean de utilidad. Hemos procurado que sean completas y fáciles de seguir, pero no nos podemos responsabilizar si resultan insuficientes, se quedan desfasadas, o si te extravías.
Es aconsejable llevar siempre buenos mapas y un dispositivo con gps. Recomendamos bajar toda la documentación antes de salir al campo, ya que no siempre se puede contar con una señal de telefonía fiable en el monte.
Llevar siempre buen calzado, ropa adecuada, protector solar y suficiente agua. Si no conoces bien la zona es recomendable dejar dicho en el alojamiento donde te hospedas, o avisar a algún familiar, adónde vas y qué ruta piensas hacer.
Nos gustaría saber qué te ha parecido la ruta, si has encontrado alguna dificultad, o si piensas que se podría mejora de alguna manera.
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