Senda del Castillo de Gormaz

Presentación breve

La fortaleza califal de Gormaz fue una de las grandes plazas fortificadas de la Europa medieval. Hoy sus olvidadas ruinas siguen dominando todo el territorio circundante y gozando de unas inmensas vistas panorámicas sobre la vega del río Duero. Una visita al castillo de Gormaz es cita obligada en cualquier viaje a la provincia de Soria.

La ruta de senderismo que hemos diseñado recorre los campos y caminos alrededor de este inmenso castillo, ofreciendo maravillosas vistas de la fortaleza desde todas los ángulos, antes de subir al propio cerro del castillo para visitarlo por dentro y admirar las vistas en todo su esplendor. El itinerario propuesto ofrece varios puntos de interés más en el pueblo vecino de Quintanas de Gormaz y por las orillas del río Duero.

Señalización

La ruta no tiene señalización oficial. En esta zona confluyen varias grandes rutas de senderismo, la GR-86 Senda Ibérica Soriana, la GR-14 Senda del Duero, y LA GR-160 Camino del Cid, y nuestra pequeña ruta recorre varios tramos de todas estas sendas, con sus correspondientes señalizaciones. A pesar de la falta de señalización propia, la ruta no tiene dificultad de interpretación, y siempre tenemos el cerro del castillo como referencia visual.

Descripción completa de la ruta e indicaciones

El sendero lo vamos a recorrer en sentido horario.

Llegamos al pueblo de Gormaz y dejamos el coche en una plazoleta que encontramos a mano derecha, frente a la iglesia, justo al pie del cerro del castillo. Bajamos a la Plaza Mayor, donde podemos admirar el rollo jurisdiccional, e iniciamos la marcha recorriendo la calle Mayor para volver a salir del pueblo por donde acabamos de entrar.

Junto a la señal del km 1 veremos a nuestra derecha un lagar en ruinas y una zona de antiguas bodegas subterráneas. Aquí tenemos dos opciones. La primera, como se refleja en el track y el plano, consiste en pasar entre las bodegas y bajar por una senda estrecha que luego gira a la izquierda entre almendros y nogueras para después subir una pequeña cuesta y bordear una viña abandonada. Alternativamente, simplemente continuamos por la carretera unos 500 metros más. En ambos casos, luego cogemos una pista de tierra que sale a mano derecha en dirección a Quintanas de Gormaz.

Este camino cruza la carretera, cruza la antigua vía de tren, y continua hacia el pueblo. Todo este tramo está balizado con las marcas blancas y rojas de la GR-86, el Sendero Ibérico Soriano que recorre toda la provincia de Soria.

Antes de llegar a una naves agrícolas grandes, tomamos un desvío hacia la derecha que nos lleva por delante del frontón hasta la carretera asfaltada, donde encontramos la ermita de Nuestra Señora de las Angustias. Aquí seguimos de frente, donde un cartel nos indica "centro urbano" y "antiguas escuelas".

A poco más de 100 metros encontramos el singular edificio de las antiguas escuelas, que hoy alberga el museo de la resina, a mano izquierda, y enfrente se sitúa el antiguo lavadero del pueblo, uno de los más bonitos de toda la provincia. Merece la pena parar un momento para ver el lavadero por dentro.

Continuamos otros 100 metros por la Calle Real hasta llegar a un abrevadero donde debemos girar nuevamente hacia la derecha, bajando por una calle que nos devuelve al campo.

Pasamos entre huertos hasta llegar a un cruce donde debemos girar a la derecha hacia otra nave blanca. Aquí empieza el barrio de la antigua estación, donde podemos curiosear los bonitos edificios ferroviarios y otras construcciones curiosas de carácter industrial.

Al final de esta calle llegamos a la carretera asfaltada. Giramos a la izquierda, cruzamos la antigua vía del tren, y cuando la carretera tuerce hacia la derecha seguimos de frente por un camino de tierra. Seguimos este camino de frente, pasando entre campos de cultivo y un pequeño pinar, siempre con el castillo en el horizonte a nuestra derecha.

Al cabo de un kilómetro llegamos al río Duero y el paraje conocido como Las Fuentes Grandes, donde podemos observar como el agua cristalina mana de la arena en unas pozas junto al cauce del río. Aquí hay una zona recreativa con mesas y bancos que es un lugar muy recomendable para tomar el bocadillo en un día de calor.

Continuando por este camino, pasando por delante de unas naves donde se envasa agua mineral, llegamos de nuevo a la carretera de El Burgo de Osma. En lugar de seguir de frente, siguiendo las indicaciones de la Senda del Duero, giramos a la izquierda por la carretera durante unos 50 metros, en dirección al puente nuevo sobre el río, y luego nos desviamos hacia la derecha por la carretera antigua. Ésta ahora no tiene salida para vehículos y por lo tanto no tiene tráfico. Avanzamos por el destartalado asfalto y llegamos al viejo puente medieval sobre el río Duero.

En este punto nos quedan 2,8 km de senda por delante. Podemos continuar con la ruta propuesta, lo que nos permitirá observar el castillo de Gormaz desde el norte antes de subir el cerro, o bien podemos atajar subiendo la cuesta aquí por una senda marcada con las indicaciones blancas y rojas de la GR-86 directamente al pueblo de Gormaz, y luego girar a la izquierda y seguir la carretera asfaltada para subir la cuesta del castillo. De esta manera nos ahorraríamos 1,8 km.

Si decidimos completar la ruta propuesta, continuaremos de frente por un camino de tierra, siguiendo el curso del río Duero.

Luego giramos hacia la derecha y subimos por una vaguada rocosa entre sabinas. Al empezar a bajar por el otro lado se abre ante nosotros un bonito paisaje de suaves cerros con campos de cultivo y bosques de sabina. Damos toda la vuelta a un sembrado que queda a nuestra derecha y enlazamos con otro camino, girando a la derecha y volviendo en dirección al castillo.

Salimos a la pista asfaltada a pocos metros de la ermita de San Miguel, que tiene un interesante conjunto de frescos medievales y bien merece una visita si está abierta.

Para continuar al castillo debemos seguir cuesta arriba, y por el camino empezaremos a disfrutar las grandes vistas panorámicas que caracterizan este lugar. Al final hay un pequeño espacio de aparcamiento y un camino de cemento que nos conduce a la puerta de entrada. Si visitamos el castillo por dentro se añadirá otro km al total del recorrido.

Para finalizar, nos queda bajar al pueblo donde hemos dejado el coche, cosa que se puede hacer por una senda de tierra que baja la ladera en zigzag.